Caminando por las montañas de Albania, Kosovo y Montenegro
3. Camino de Valbona, la subida interminable
El día amaneció limpio, despejado. Todo irá bien, me dije. No tenía agujetas y pensé que había superado la primera etapa de travesía con notable. Eva también había resistido el asedio de la fiebre durante la noche. De hecho, se acostó nada más llegar, a las cinco de la tarde, y hasta por la mañana…