Cuando la mosca cae en la telaraña

He estado hablando –discutiendo, más bien– media hora con Cayetana; una comercial sudamericana de voz melosa, que me ha contado que trabaja para Movistar.             Me ha sorprendido su llamada, pero, como en ese momento estaba pendiente de resolver un par de asuntos con la multinacional, he pensado que “era la llamada que esperaba”. Así…

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Podredumbre social

Ahora cualquier individuo puede subirse al púlpito de Internet y soltar por su boquita de fragua el fuego de sus palabras como si fuera el oráculo y no hubiese otra verdad que la suya, aunque lo que diga sean memeces, el mayor de los despropósitos o vómitos verborreicos. Y sus seguidores, por miles, no solo…

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Caminar por tierras vírgenes

A veces no hay que irse tan lejos para encontrar un espacio natural que, caminando por él, sin prisas, abriéndose paso entre el matorral o siguiendo el arenoso sendero, te lleve a sentir esa emoción que debieron experimentar los exploradores antiguos cuando, allende los mares, descubrían tierras ignotas o vírgenes. Caminar por estos lugares es…

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El moño de Macarena

–¿Y tú, por qué votas a VOX? –le preguntó, mi amiga, a la reponedora del supermercado, con la que después de tantos años tiene cierta confianza, además de compartir confidencias sobre plátanos, pepinos, calabacines, brevas, frutos rojos y otras exquisiteces de la huerta.             –¿Yo? ¡Porque es tendencia! –le respondió, rotunda, Mariluz, asomando la cara,…

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Los bribones, una especie a extinguir

En aquel tiempo de miedos, cuando la televisión se veía en blanco y negro, los bribones campaban a sus anchas. Cada semana, el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente nos transportaba con su voz engolada a aquel extraño mundo, que entonces era España, mientras los animales danzaban al compás de una melodía fantástica.           Viajábamos con…

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Amanecer en la España vacía

Puntualmente, con la precisión de un cuco suizo, Bruto, el gallo de Rosalía, abre el ojo izquierdo, mira al este y entona su primer quiquiriquí de la mañana. ¡Las seis menos diez! “¡Ya me despertó!”, protesto. “¡Maldita sea, todos los días igual! Tendré que acostumbrarme.”             En ese instante, imagino que será cuestión de tiempo…

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