Pánico en el arco gótico

Hete aquí que vas flotando sobre un roquedal de calizas, tan contenta aunque cansada, salvando cárcavas a derecha e izquierda, simas que se pierden en la memoria geológica, y de pronto te ves sola, miras a tu alrededor y no hay más que vacío. El grupo que seguías, con los que hablabas y reías hace…

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La mano de Dios

Todo se enredó para que Dios interviniera. Tuvo que ser el fontanero Alberto Casero (PP), bruñidor de componendas en el partido e investigado por un posible delito de prevaricación continuada, o sea, por hacer de su capa un sayo o, si se quiere, por saltarse la ley a la torera y favorecer a sus amigos…

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Por la sierra de Líjar

Hay un rincón en algún lugar de la mente, o tal vez en el corazón, donde se guardan las emociones más dulces, no las más trascendentes, no, sino aquellas que al recordarlas nos traen la sensación de placer permanente, un regusto de dulzura anclado en nuestro inconsciente. Esa es la sensación que nos queda tras…

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Subida al pico de la Era… salta que te salta

Parafraseando a un tal Murphy, ya saben, aquel señor que nos dejó el aserto –y luego acabó siendo una de sus peculiares leyes–  “todo lo que es susceptible de salir mal, saldrá mal”. Así, pues, la excusión que el pasado sábado organizó el club de los Correkas prometía ser tranquila, fácil y asequible para casi…

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Perdidos en el Torreón

Para subir al Torreón, en la Sierra del Pinar, el pico más alto de la provincia de Cádiz (1.654 metros), hay un sendero tan ancho y señalizado como los viejos caminos de herradura. Se necesita autorización al estar en una zona de protección medioambiental especial, dentro del parque natural de Grazalema. Eso significa que uno…

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La disparatada historia del coño de Kidman

En ese discurrir del tiempo entre las flores ya marchitas, los paisajes que al caminar descubrimos, la melancolía del otoño enmarañada en los castaños que se duermen, desnudos, dispuestos a pasar en silencio el invierno; bajar por las cuestas pronunciadas, los resbalones, los senderos intrincados, los riachuelos que de pronto han revivido con las lluvias…

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Embobamiento y fundamentalismo

He salido a la calle esta mañana de buena hora y he visto cómo media Sevilla, por no decir la Sevilla (casi) entera –miles y miles de sevillanos: niños y niñas, jóvenes y jóvenas, que diría aquélla; adultos, ancianos…– caminaban apresurados, luciendo sus mejores galas, para ocupar “un lugar de privilegio” desde el que mirar,…

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