La ciudad deshabitada
Sumergidos en el embobamiento del consumo y atrapados por el argumento de que no podremos sobrevivir si no aumentamos endefinidamente el PIB (Producto Interior Bruto); instalados en la creencia de que si no gastamos no hay vida… Enredados en esa trampa, anda la humanidad estos días enloquecida, yendo de un lado para otro como pollo…