Por fin el nombre: ¡Rayuela!

La vida es como un bumerang que va y viene y, a veces, un juego. Con frecuencia se vuelve al punto de partida antes de concluir el viaje; se juega otra vez, se sigue saltando y al final del esfuerzo, con constancia y con suerte, se llega a la casilla del “cielo”. ¡Rayuela! Una mañana……

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Campanas a gogó en Sevilla

No puedo evitarlo… Cada vez que oigo las campanas entro en trance y mi alma se siente “en unión mística con Dios”, que dice el diccionario de la RAE. ¡Qué manera de tocar… santo Cielo! ¡A todas horas todo el día! ¡Todos los días del año…! ¡Qué agobio! A veces pienso que en uno de…

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Inocentes del Conde, el pueblo feliz

En el pueblo de Inocentes del Conde la gente vivía feliz haciendo camisas. La fábrica que un día montara el alcalde, don Salustiano del Campo y Ribera, Conde de Yeltes, con la ayuda de las fuerzas vivas del pueblo y de otros financieros amigos, marchaba viento en popa. Lógicamente, en la comarca no había paro….

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Intrusos en casa y el pájaro en la catarata

Hace algún tiempo descubrí que se vive mejor y más a gusto sin intrusos merodeando por casa. Pero las circunstancias me han llevado a firmar un contrato con una compañía telefónica en el que además de Internet, teléfono fijo, dos números de móvil, etcétera, la multinacional me “regala” –me ha dicho–  “un paquete” (yo diría…

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El pan torrado

Unas hojarascas, unas briznas de hierba seca extraídas del hueco de una encina vieja, un puñado de retama que mi madre saca de la alforja, una caja de cerillas bien envuelta en un rodillo de tela para protegerla de la humedad… Llueve; temporal intermitente; frío, mucho frío. Hemos caminado un buen trecho por la raya…

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La seducción de hacer pozas

El invierno se presentó de improviso: rachas de viento, primeras heladas y nubes enormes más negras que el carbón. Mi padre fue a Viti al mercado, y además de aceitunas y un kilo de sardinas, a mí me compró unas botas de goma. Aquella misma noche abrimos la caja al lado del fuego. Estaba expectante….

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