Jesús Quintero no ha muerto, se ha venido a casa
Subo la escalera y percibo su presencia. Seguro que anda por ahí, entre los libros, buscando un poema con el que romper los silencios. Tengo la impresión de que ha venido a averiguar por qué, el pasado sábado, le zumbaron tanto los oídos. Y si no, ¿a santo de qué se ha ido tan pronto…