Caminando por las montañas de Albania, Kosovo y Montenegro
1. Cuando la voluntad vence al miedo
La furgoneta arrancó y Tirana se hundió en la penumbra. Sus cristales ahumados filtraban, según avanzábamos, una ciudad irreal, lenta, como cuando se va a un funeral. Parecía faltar aire en la calle; los transeúntes se movían como autómatas, igual que hacendosas hormigas acarreando su pan hacia el hormiguero. Sin duda el cuadro era…