Ruta del queso Idiazabal
4. Día de barro, la camota
y un camarero omnipresente
y un camarero omnipresente
Tras despertar con un grito y manotear como un loco para quitarme la serpiente de encima, vuelvo a quedarme dormido y tengo otros sueños. Pero en ese duermevela que sigue mientras me recupero del susto y de la mordedura, puedo sentir, por los ruidos que hace Alfonso, que él también está en una pelea, quizá,…