Semblanza de un hombre bueno
Acaso no haya palabra más hermosa que la de “maestro” para nombrar a una persona. Pero si a esta le añadimos las de “pasión” y “generosidad” habremos acrisolado el perfil de un hombre bueno y singular: don Eduardo. Eduardo, el Maestro, como mi padre le nombraba y le recuerdo, fue un ser renacentista…