Extraños guerreros en el paraíso
El calor aprieta. El ciego sol se estrella… Pero no en “las duras aristas de las armas” como señala Manuel Machado en su poema Castilla, al narrar la épica del destierro que sufrió el Cid. No; el sol restalla aquí, al mediodía, en las pancartas y banderas, en los sombreros de paja, en las máscaras…