Asturias, un viaje íntimo
3. Cuando comer es más que un placer
A las siete estamos en pie. Por primera vez, en lo que llevamos de travesía, el desayuno es un bufé. Y no sé por qué se me ocurre que el ágape será un espectáculo. “¡¿Todo esto es nuestro?!”, pregunta la frágil Libélula a Manuela, nada más entrar en el comedor al que ya hemos llegado…