En el arcón de la España vacía
13. Tardes de luz y membrillos
Tengo en la memoria la imagen de una niña camino de la escuela con un membrillo en la mano al que mordisquea despreocupada mientras de sus ojos almendrados se escapan varias lágrimas. Hace alguna mueca. Suspira. Luego, como una mariposa que liba y revolotea, se deja embriagar por la acidez del zumo que extrae de…