Nacho, algo huele a podrido en Salamanca
Carta abierta a Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola Permíteme, “amigo Nacho”, que diría mi padre, que haga mías las palabras que tantas veces le oí pronunciar; permíteme que te tutee y te nombre con el apelativo cariñoso que él te nombraba: “Ha estado por aquí Nacho, a llamar por teléfono”, decía entonces, en aquellos…