Quizá me compre un tractor
Me interesaban más los libros que el arado; más los sueños que me transportaban a la Isla del Tesoro o a las Minas del Rey Salomón, que regar y cavar berzas, apacentar las vacas, ir a echarle de comer a los marranos al Vasito o cuidar de la boyada en el rastrojo del verano mientras…