En el arcón de la España vacía
11. La Jarda y sus pezones
Aquella primavera fue única. Las lluvias de abril propiciaron que la manzanilla abundase. A las cinco, cuando salíamos de la escuela, nos íbamos al campo con una lata de dos kilos, una de aquellas que Pulpino vaciaba en su tasca a base de despachar pinchos de media sardina, con la correspondiente aceituna de adorno para…