Paseo por el amor y la vida
Todo empezó aquella noche en Sevilla. Cuando algunos días más tarde nos contasteis que nuestra insistencia para acompañaros a casa en la madrugada había sido un incordio, nos reímos mucho los cuatro. Luego celebramos vuestro amor y, entonces, nos explicasteis que después de dejaros “recogidos”, corristeis… ¡os faltó tiempo! a encontraros otra vez. Os habíamos…