En el arcón de la España vacía
12. El despertar a la vida
Con un trozo de alambre, alicates y algo de pericia forjaba cada uno la letra inicial del nombre de ella. La ninfa a la que amábamos ardía en el hueco de la mano reducida a un jeroglífico. Luego, sin romper el hilo de metal, uníamos a esta letra nuestra inicial para esconderlas, juntas, en el…