Una postal para un pensamiento

Miro por la ventana y apenas distingo unos árboles sumergidos en la niebla; los muros de piedra vencidos por el paso del tiempo y el portón derruido en el prado de Laude, espejo del inevitable abandono a consecuencia del “progreso”. Los postes de la luz que van al Lugar de Jesús como muestra de que también pasó por aquí un día la vida. Las zarzas que escalan los muros del corral que fue de mi padre y ahora es de mi hermano…

Y aquí acerca, ese muro que una cuadrilla de albañiles levantó el año pasado para gozo y disfrute de la vista; una experiencia que cada minuto que pasa celebro y valoro.

Más cerca aún, el bancal que he ido levantando con mis manos como un juego inútil de la existencia que fluye. Ayer, por fin, preparé por primera vez una carretilla de mortero (cuatro medidas de arena, una de cemento y otra de agua) porque ya he comenzado a rematarlo con losas de pizarra.

Un día pondré en lo alto una fuente y una hilera de macetas con flores. Tal vez haga una cascada…

Lo importante es hacer. Da igual lo que hagas siempre que se disfrute haciéndolo. Importante es también comprender que en el mundo hay lugar para todos; dejar que opine cada uno lo que quiera, evitar hacer daño… En fin, que tengáis un buen día.

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