La seducción de la catástrofe y la naturaleza

Imagino a toda esa gente que lleva varios días “enchufada” a la TV siguiendo la catástrofe. Seguro que ya se sienten raros, vacíos, se mueven como zombis y hasta (algunos) creerán que han sido transportados a otro planeta. Porque la seducción de la catástrofe no podemos evitarla. No sé qué tienen las desgracias que nos atraen tanto. Es pura hipnosis.
Miro las fotos, los videos en Internet (no tengo TV) y me cuesta creer que sea cierto lo que ha ocurrido en esa tierra valenciana que queremos. Pero al mismo tiempo descubro que contra la Naturaleza no cabe la soberbia ni creer que se está por encima de ella. Si los dioses se ponen a jarrear agua como locos (400, 500, y hasta 600 litros por metro cuadrado) es difícil escapar a su ira. No obstante –y esto es importante– los barrancos están ahí desde hace millones de años y por algo será. No debería construirse en ellos ni en su entorno, ni en zonas inundables. Porque si un día, en el pasado, el agua dejó esos boquetes y su huella, no hay razón para pensar que el agua no volvería a pasar por ahí. ¡Y pasó! El martes, la Naturaleza, volvió a ejercer su poder en ese trocito de tierra.
Yo he cruzado ríos secos del desierto en los que el tamaño de los cantos rodados era de un metro de diámetro. ¡Piedras enormes pulidas por el agua en otra era geológica! ¡Cuánta agua debió pasar por aquí para llegar a pulir estas piedras!, me decía, admirado, mientras imaginaba el espectáculo de aquel río vivo. Pero también se ha dado la circunstancia de encontrarme con alguno de esos ríos crecido y no poder cruzarlo. Una crecida momentánea, sí, pero suficiente para tomar conciencia de que el agua, en cualquier momento, puede reclamar su cauce.
Es probable que en estos pueblos de Valencia, el apocalipsis fluvial vivido no vuelva a repetirse en cientos de años; pero volverá a ocurrir… No se sabe cuando, pero volverá a llenare de agua el barranco. Por eso debemos pensar muy bien donde construimos nuestras casas y polígonos.
Si encima las autoridades no son conscientes de esto, no hacen caso a lo que les dicen los expertos y meteorólogos, y no avisan a la gente hasta que el agua les está llegando al cuello, la catástrofe está servida.
Sí, lo que ha ocurrido es terrible; tal vez aprendamos.
3 comentarios Añade el tuyo
  1. El capitalismo se sostiene sobre la ficción de los títulos de propiedad, pero la única titular sobre la tierra que habitamos es la Naturaleza: y, cada vez con más frecuencia, lo reclama. Los humanos deberiamos recordar también que la titularidad de los bienes comunes son de la Sociedad, no de las oligarquías que se los han apropiado y «naturalmente» recordarlo.

    1. El capitalismo ???

      Si tiene Ud. un rato y lo dedica a ver (que no mirar) cualquier reportaje sobre la Naturaleza observará que cualquier ser vivo (animal o vegetal) quiere apropiarse de un territorio donde garantizar su supervivencia y perpetuar su descendencia.

      Qué manía de poner la política siempre por medio. Eso les da pie a los políticos a meterse a brujos y quedarse con lo ajeno. Y me refiero a todos los políticos, que no se salva ni uno si les dan la oportunidad de demostrar lo que son capaces de hacer. La mafia legalizada, vaya.

      Que descanse Ud.

      1. Si no comulgara Ud. con la lectura capitalista del darwinismo sabría que los humanos pudieron sibrevivir en la hostilidad medioambiental gracias al uso de la cooperación. Para mania y obsesión la de quienes no toleran la mínima critica a los usos y abusos del capitalismo.

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