Intoxicados

Casi a diario asistimos al rechazo que los gobiernos autonómicos de signo contrario practican contra el Gobierno de España. No por ser habitual es menos triste. Por ejemplo, si desde el Gobierno se proponen medidas para mejorar la Educación o la Sanidad los reyezuelos de Taifa, esos que llaman “barones”, sacan pecho y defienden su parcela de poder con tal de sentirse importantes, aunque perjudiquen a los suyos. Es una constante que constatamos a diario. Y se justifican diciendo que el Gobierno “invade sus competencias”. Pero cuando vienen mal dadas, como en la Pandemia o ahora con la DANA de Valencia, la “culpa” es del Gobierno, o si quieren más precisión, de “Pedro Sánchez y los comunistas”.
Estos días, con el apocalipsis que asola el Levante, está ocurriendo lo mismo. No es el caso del presidente Mazón, al que, el pobre, no le queda otra que bajar la cabeza y asentir, tras su ineptitud manifiesta. Son esos valencianos y españoles del resto del Estado… Intoxicados por unos políticos que con tal de alcanzar el poder solo piensan en destruir.
A este respecto, todos hemos escuchado o leído como una legión de personas acusan sin más al Gobierno de “haberles abandonado”. Reclámenle ustedes a su presidente, por favor, él es “el barón” de esa tierra; la máxima autoridad. Y la práctica democrática exige que del señor Mazón han de venir las peticiones de ayuda… Él y su gobierno suprimieron la Unidad Valenciana de Emergencias de la Generalitat alegando que era “un chiringuito” de los socialistas; que no servía para nada. En compensación por ese desmán, repartió 17 millones de euros para la promoción de las corridas de toros.
Sí, el habitual fundamentalismo de numerosos políticos del PP repitiendo ese mantra constante de que hay que echar a Pedro Sánchez al precio que sea, ha convertido a medio país en una legiones de zombis que lo único que saben decir y repiten y repiten y repiten, es que todo lo malo que ocurre en España es culpa del Gobierno central; también que llueva a lo bestia.
Y para muestra un botón: el zombi Feijóo se presenta en Valencia para, sin oficio ni beneficio, soltar unas cuantas patochadas, ofender, manifestar una falta total de empatía y solidaridad y largarse. ¿Acaso hay un ejemplo más claro de un ser inane que no sabe qué hace ni a dónde va? Pues, como este señor, medio país anda por ahí intoxicado, soltando lo primero que se le ocurre con tal de que el Gobierno de Sánchez se caiga y se rompa la crisma.
Que se caiga o no el Gobierno… ya se caerá. Ya llegará su final. Pero mientras tanto, digan lo que digan los fundamentalistas de Feijóo, la MAYOR RESPONSABILIDAD la tiene el gobierno de la Generalitat Valenciana y a él, cuando llegue el momento, es al que los valencianos han de pedirle cuentas.
¡Qué país!
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