Una ‘mano negra’ se ha instalado en Salamanca

Desde que el papa Francisco dijera que el Infierno no existe, el diablo, no teniendo a dónde ir, se ha instalado en Salamanca… O, quizá, sea una Mano Negra. Sea como fuere, “la mano que mece la cuna” aquí tiene su hábitat y está haciendo de las suyas.

La última, por ahora, es la jugarreta que acaba de hacerle al sindicalismo. La sospechosa Mano Negra, maquiavélica, ha copado la mente de un sindicato. Concretamente, el de la UGT, en su versión provincial, sección de la Industria, Construcción y el ‘Agro’. Si uno lee el último comunicado de UGT FICA descubrirá sin esfuerzo que no ha sido dictado por el sentir de unos trabajadores coherentes y responsables, pertenecientes a un sindicato de clase, sino por la labia de un impostor que se hace pasar por sindicalista. Lean si no aquí y podrán comprobarlo. Hay frases, párrafos y, en definitiva, mucha ideología reaccionaria en ese texto… Una ideología, ¡oh paradoja!, que es la contraria de la que el ugetista-redactor del panfleto (no cabe calificarlo de otra manera) se supone que tiene y a la pretende denunciar (como si quisiera darse un tiro en el pie) al criticar al Gobierno.

Las mismas frases que venimos leyendo y oyendo los salmantinos, casi a diario, desde hace más de una década, están ahí recogidas. El Mefistófeles ugetista, por llamarle de algún modo, que ha escrito tal loa en favor de la mina de uranio, poseído sin duda por las fuerzas envolventes de la Mano Negra, al referirse a la enmienda al Proyecto de ley de cambio climático y transición ecológica presentada por los grupos parlamentarios que sustentan al Gobierno, manifiesta que esta enmienda es “un ataque frontal” al empleo industrial “de calidad”, precisa, “en la provincia salmantina”.

O sea, que “la calidad” que propone UGT pasa por cargarse de un plumazo el Balneario de Retortillo del que viven cerca de un centenar de familias sumando empleos directos e indirectos y en el que, por cierto, UGT tiene numerosos afiliados, a los que dejarían sin trabajo la mina. Y “calidad” es también para el lumbrera redactor del comunicado (insisto en que puede que le hayan lavado el cerebro sin darse cuenta…, de otro modo no se comprende el dislate) acogotar las explotaciones ganaderas de porcino, bovino y ovino de no menos de una decena de pueblos… Es decir, si la mina se llegase a ejecutar como desea la UGT salmantina, el oeste de la provincia se convertiría en “tierra muerta”, no ya por las enfermedades que provocase la explotación minera en la gente –que las habría, seguro– sino por la ruina económica que acarrearía para decenas de familias y no pocos pueblos, pues a ver quién iba a consumir los productos de una comarca en la que, permanentemente, flotaría en el aire una nube tóxica, propiciada por la explotación de una mina de uranio a cielo abierto.

Intento comprender el deseo y argumentos de UGT FICA Salamanca. Pero tengo que decir que cuanto más leo y releo cada párrafo, más retumba en mi mente la voz de su amo, o sea, la de la Mano Negra dictando al oído del escriba ugetista qué ha de poner. ¡Es que ni el mismo Señor del Dinero (la multinacional) lo hubiese hecho mejor! La Mano Negra debe sentirse orgullosa del lavado de cerebro perpetrado… ¡Maldita sea, aquí tiene que haber gato encerrado, me digo! Ugetistas de verdad, investigad; investigad a ver qué ha ocurrido.

Choca que un sindicato de clase bendiga con tanto ahínco y complacencia, y sin cuestionarlas lo más mínimo, las decisiones de la Administración como si fueran infalibles. Y choca más aún que un sindicato de clase –¡de clase!, oíga– “acuse” al Gobierno actual de tirar de “ideología” para tomar decisiones. ¿Acaso la UGT salmantina no se mueve por razones ideológicas? Si no es así, mejor que “se afilie a la patronal”. De verdad, el escriba-redactor no hace otra cosa que encadenar, uno tras otro, disparates. “¿Si una empresa tiene todas las resoluciones administrativas que necesita favorables por parte de la Administración, no quiere decir eso que cumple con la legalidad vigente establecida para ese tipo de actividad que pretende llevar a cabo?”, se pregunta, como si fuera el portavoz oficial de la empresa, el ínclito redactor de UGT. O sea, que la ciudadanía no tiene derecho a cuestionar, y, si lo creyera oportuno, a rechazar y denunciar “las resoluciones administrativas” de las que se vale el poderoso Señor del Dinero para perpetrar sus fechorías… ¡Faltaría más!

En fin, entren ustedes mismos, si tienen ganas, a analizar el citado comunicado ugetista del que más arriba les he dejado el enlace y ya me dirán si les “huele” a empresa o a sindicato lo que en él se dice. Van a descubrir por sí mismos hasta donde llega la confusión y ofuscación humana en estos tiempos de zozobra. Y es que los efectos de un lavado de cerebro bien adobado con alguna regalía pueden ser terribles. En El mensajero del miedo, película que protagoniza Frank Sinatra, los malvados comunistas le lavan el cerebro a un oficial americano (Laurence Harvey) capturado durante la guerra de Corea, con el objetivo de conseguir imponer un presidente afín en Estados Unidos. Obviamente, la conspiración no llega a buen puerto porque, afortunadamente, el cine hace y deshace a conveniencia de quien paga, y no están los americanos (no lo estaban en 1962, año de producción de la película) para imaginarse la idea, tan siquiera, de tener un presidente comunista. Pero no deja de ser este argumento cinematográfico un buen ejemplo para concluir este artículo que, en definitiva, solo trata de explicar cómo en Salamanca una fuerza oculta, ¡una Mano Negra!, se está apoderando de la mente de los salmantinos. Y no me extrañaría nada ver cualquier día de estos –las próximas Navidades, quizá– a un grupo de obreros “radioactivos” por haber estado en contacto con el uranio, pregonando en la plaza Mayor de Salamanca las bondades terapéuticas de este mineral como si fuera turrón de la Alberca. ¡Y la gente haciendo cola para comprar! No me extrañaría…

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Nota.- En el entorno de la zona que se muestra en la foto iría parte de la mina de uranio a cielo abierto que se pretende explotar. Lógicamente, el maravilloso bosque que se ve… Parte sería arrancado y otra parte moriría con el paso de los años, víctima de la radiación. Foto de J. Mayordomo

6 comentarios Añade el tuyo
  1. De todas las historias de la historia la más triste es la de… No quiero seguir – todavía seguimos peleando contra BERKELEY y sus vasallos

  2. Muy bueno, Joaquín, muy bueno. Gracias por atreverte a denunciar lo que es de justicia.
    Necesito, tanto como el aire que respiro, que se publique, por lo menos en Salamanca, en todos los medios, prensa, radio y televisión, en todas las webs y blogs, que se envie a todos el mails y WhatsApps de quienes viven allí… para que se tomen medidas drásticas contra la política de un sindicato que se define de clase. ¡Qué bochorno, UGT!
    Un abrazo para quienes creemos que hay que seguir luchando contra estas políticas antisindicalistas.

  3. Estoy de acuerdo en el fin y el fondo de lo redactado, no sólo con ello, sino que he sido y soy parte activa contra la mina.
    Siempre he considerado que esto no es más que una excusa para conseguir con el tiempo un cementerio nuclear una vez abandonada la «no explotación por falta de rentabilidad» y mientras jugar en bolsa.
    Pero tengo que decir que UGT-SALAMANCA es mucho más que una Federación. Estoy convencido que la inmensa mayoría de la Organización es contraria a ese comunicado.
    Una decisión de este calado que afecta a otras empresas, actividades y salud ciudadana, debería al menos necesitar de una valoración interna que me consta no se ha producido.
    Recordar también que el responsable de UGT-FICA de Salamanca era o es, en el momento del comunicado, Secretario de Empleo del PSOE-Salamanca.
    Espero triunfe la cordura y esto no salga adelante.

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