Ya lo dijo el filósofo: “La inteligencia es la capacidad del ser humano para entender y gestionar la realidad”. Y a Pablo Iglesias (líder de Podemos), que lo creíamos más listo, le ha faltado esta (la inteligencia) para entender que aquel cheque en blanco que un día –a partir del 15 M de 2011– estaba dispuesta a entregarle la sociedad española, que como un aluvión de creencias concurría a su encuentro –indignados, desahuciados, jubilados, clases medias hartitas, rojos desencantados, parados, estudiantes sin futuro, intelectuales ilusionados, socialistas asqueados, individuos frustrados, gente de derechas animosa, aventureros, fantasiosos, místicos y un largo etcétera, etcétera, etcétera– hoy está lleno de tachones (el cheque), del que se han borrado prácticamente todos los colectivo.
La putada es, dicho en términos vulgares, que el GRAN TRABAJO que han hecho en ayuntamientos, autonomías y en ese segundo y tercer nivel de la Administración los colectivos “en Común”, “Ganemos” y otros… se va a ir por el desagüe por culpa de un líder que no ha sabido leer el sentir de un país plural, conservador, disfrutón, amante del bien vivir, pero deseoso de que las cosas cambiasen a partir de dos premisas: honradez y justicia. Y nada más. Nada de revoluciones, repúblicas, barricadas, puños en alto… Al menos esto es lo que me parece a mí; aunque un servidor piense que podría que es de masiado poco y… podría irse más lejos. Pero la realidad es la realidad.
De modo que toda esa riada de gente que creía que Podemos “podía…” se ve otra vez huérfana y sin saber a quién otorgar su confianza. Muchos volverán al PSOE (que por lo meno so les anuncia revoluciones inminentes) y otros se quedarán en casa. Ya he oído a más de una persona que va a votar al Partido Animalista… De Izquierda Unida ni se sabe si existe.
Mientras tanto, la gente anda por ahí encendiendo velas a su santa favorita para que vuelva Errejón. Aunque a estas alturas no sé si “el angelico Errejón” será capaz de enderezar ya esto. Y menos a Podemos.
¡Ay, lo que pudo Podemos y ya no puede, verdad!