¡CATALUÑA ESTÁ EN ARMAS!

En el verano de 1973, si la memoria no me falla, nada más llegar a Ginebra (Suiza) contacté con algunos colegas anarquistas que me condujeron a una reunión clandestina. No me pregunten el lugar ni quienes estaban, aunque creo recordar la presencia de Julio Álvarez del Vayo. En aquella “asamblea”, de la que guardo recuerdos borrosos, viejos exiliados republicanos y miembros del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico) aseguraron, entusiasmados y eufóricos que “¡España está en armas!”, Sí, eso decían. Lo recuerdo muy bien porque me impresionó su entusiasmo revolucionario y su nula conexión con la realidad. Me impresionó que estuviesen convencidos de que estaba a punto, ¡a punto!, de estallar la revolución en España. Yo acababa de llegar a Ginebra desde Madrid con la impresión de que Franco no se moriría nunca. “De revolución, nada de nada”, creo que le dije en privado a alguno de los que andaban por allí.

Me sorprendió su ensoñación y sus deseos oníricos de que la revolución estallase ¡ya!, ¡ya!, ¡ya!

Si les comentamos, algunos, que, lamentándolo mucho, sus deseos, por el momento, eran solo deseos; nada que ver con la realidad.

Luchábamos contra Franco y felizmente le enterramos en 1975, ¿no? Acaban de cumplirse 42 años de aquello…

¡Y ahora aparecen ustedes, los ricos-burgueses catalanes, y se van de puente a Bruselas a manifestarse…! Y le anuncian a Europa, de paso, que luchan CONTRA LOS FRANQUISTAS, contra una DICTADURA (?) ¿España es franquista queridos burgueses? Puede que ustedes, como yo, vean en el Partido Popular una especie de gangrena franquista perpetua, un tumor que cuesta extirparlo… Pero de ahí a atreverse a decir, en la civilizada Europa, que los españoles, así, en general, somos “franquistas”, va un buen trecho, ¿no creen? ¡Ya es destilar odio, ya!

Me ha venido a la mente el recuerdo que cito de Ginebra viendo algunas de las fotos de la manifestación que han organizado ustedes en Bruselas. “¡Cataluña está en armas!”, parece que gritan. “¡Y lo está contra los franquistas españoles que nos oprimen!”, continúan gritando.

No sé si alguien les creerá en Europa, no sé si ganarán el próximo 21 de dicciembre las elecciones, no sé como va acabar este embrollo reaccionario, sí, reaccionario, en el que ustedes, los independentistas y el Gobierno, nos han metido a todos… Pero lo que sí sé es que cualquier persona que tenga un gramo de generosidad y solidaridad en su sangre debería darles la espalda. Y no hablemos ya de quien crea que el mundo puede mejorar eliminando fronteras… Mirarse demasiado el ombligo no suele ser la mejor manera para tener una vida sana y feliz.

A ustedes, egoístas e insolidarios por antonomasia, insolidarios con esa mayoría de españoles que no lo está pasando nada bien, incluidos muchos catalanes, debería darles vergüenza el discurso goebbeliano que manejan. Sí, el discurso del nazi Goebbels es el que se traen entre manos: una idea, una mentira que se repite mil veces será reconocida como una verdad. “¡España es franquista!”, es vuestra mentira y es la que queréis convertir en Europa en verdad.

Lo que no acabo de ver es por qué extraño vericueto habéis llegado a esta conclusión, cuando hace 42 años que Franco murió y casi los mismo que tenemos una razonable práctica democrática… de la que, por cierto, ustedes, burgueses, se han aprovechado más que nadie. ¿Será que sois más reaccionarios y antiguos de lo que muchos pensábamos?
Nota.- Y a mí que os independicéis me da igual; allá vosotros.

 

 

4 comentarios Añade el tuyo
  1. Joaquín, siempre me llama extraordinariamente la atención tu manera de escribir y de describir y lo haces tan bien que, precisamente por eso, nunca me he atrevido a ponerte un comentario. Hoy me he decido a hacerlo porque estoy completamente de acuerdo contigo en cómo planteas la manera en la que los independentistas nos tratan de contar la situación, que no cuela a través del filtro de mi sentido común y la pura observación de la realidad, como tampoco tú veias lo que ocurría en España como te la contaban en Suiza. Que conste que lo digo desde la admiración a los catalanes con los que me he relacionado en la vida, profesores y médicos, personas inteligentes…..parece mentira que ahora mucha gente se trague un relato amañado de semejante manera con el destrozo económico y social que conlleva

  2. Querido Joaquin …
    Me has hecho soltar uno de esos suspiros profundos y cargantes/descargantes que pocas veces se producen. Cuanta razon contra la sinrazón.
    Intentaré difundir a través de mis pocos medios.
    Enorme, como siempre.

  3. Magnífica entrada, Joaquín.
    «sus deseos, por el momento, eran solo deseos», escribes. Y me quedo con esa frase.
    Muchas veces he intentado explicarme cómo tantos catalanes (no todos, ni siquiera la mayoría) se han creído el cuento de la secesión, cuando está claro que se trata de un discurso plagado de insolidaridad y teñido de supremacismo, además de construido sobre mentiras y fantasías.
    Y mi conclusión es que todo nacionalismo se promueve así: estimulando (al margen de la realidad) los deseos y las emociones. Para ello es clave promover el supremacismo («nosotros» somos mejores) inseparable del victimismo (los «otros» nos oprimen, nos desprecian y nos insultan). Paso previo, por supuesto, crear un «ellos» y un «nosotros».
    Y me pregunto si toda creación de naciones no ha funcionado siempre así. Viendo la mitología oficial en naciones jóvenes, siempre he tenido esa sospecha.
    Finalmente, creación de deseos; paraísos futuros. Nada demasiado distinto de todas las religiones y, por cierto, también de la publicidad, aunque en otra escala. El publicitario no nos vende productos, sino deseos.

  4. Estoy totalmente de acuerdo contigo Joaquín. Bien expresado y buena referencia! Qué tiempos donde da miedo expresar lo que tú dices!
    GabI, alemana, vivo mucho tiempo ya en España y me causa desconcierto,lo que estamos viviendo. Muy bien Joaquín!

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